domingo, 21 de junio de 2009

A MIS BEBÉS

Ayer, en el coche puse a mi querido Serrat cantando a Miguel Hernandez y escuché de nuevo "Menos tu vientre". Me llegó al alma, como nunca antes lo había hecho y no hacía más que tocarme la barrigota. Se la dedico a "mi bebé" o "el siguiente", como le llamamos de broma en casa.



MENOS TU VIENTRE

Menos tu vientre
todo es confuso.

Menos tu vientre
todo es futuro
fugaz, pasado,
baldío, turbio

Menos tu vientre
todo es oculto,
menos tu vientre
todo inseguro,
todo postrero,
polvo sin mundo.

Menos tu vientre
todo es oscuro,
menos tu vientre
claro y profundo.

El vídeo no es el que más me gusta. Había otro, precioso, con imágenes de mujeres embarazadas, pero cantado por Silvio Rodriguez y lo siento, pero para mi pierde el poema. He preferido sacrificar las imágenes y que os imagineis en vez de mujeres estupendas, mujeres estupendas con magníficas y fecundas barrigas, por la voz y el sentimiento.

Para Paula tengo esta otra. Una de las favoritas de mi padre... y ahora entiendo por qué. Gracias gordito, por enseñarme desde pequeña estas maravillas. Gracias princesa por hacerme sentir todo lo que se describe en el poema.



NANAS DE LA CEBOLLA

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.

Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.

(..................)

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

(....................)

Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.

(.....................)

Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.

No hay comentarios: