No sé si son las hormonas revolucionadas o revolucionarias, la mala experiencia o simplemente un bajón. El caso es que necesito una sobredosis de Serrat.
Para haceros partícipes, os pongo otra versión de la canción-himno de este blog. Qué mejor modo que hacer que sea un gran día que estar rodeado de amigos. Por eso he elegido este vídeo.
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