miércoles, 23 de julio de 2008

NI UN PELO DE TONTA

Desde siempre me he preguntado hasta qué punto nos entienden nuestros hijos cuando les hablamos. Por más que he leido siempre me queda esa duda.

Ahora está con esa fantástica lengua de trapo, en la que le entiendes el 75%... pero más bien parece un lorito de repetición. "Gordita, ¡qué guapa estás" "apa etas", "¿Te gusta?" "¿Uta?" Total, que con esas conversaciones comprendereis que me quede un poco de duda sobre la capacidad de comprensión de mi brujita. Aunque eso si, cuando no quiere algo te dice un claro ¡NO! y cuando sí sabe que lo quiere te dice ¡SI! o ¿siiiiii? Todo, por supuesto, aderezado con el correspondiente movimiento de cabeza.

Pero el otro día me sorprendió. Subíamos de la piscina y le iba diciendo, ahora vamos a comer y luego te doy una sorpresita (había visto que mi suegra le había comprado miniconos de helado), y ella ¡SIIIIII!. Mientras comía llegó su abuela y le dije ¡mira, la abuela te va a dar tu sorpresita! Total, que su abuela, movida por esa manía de las abuelas de cebarnos a todos, le dijo ¿quieres yogur? y ella ¡no! ¿quieres peti? y ella no ¿Y qué es lo que quieres hija? y mi gordita-brujita favorita contestó ¡OPESA!

No hay comentarios: