Desde hace poco más de un mes somos uno más en la familia. Por fin mi gordito decidió salir para que le disfrutemos y le hagamos feliz.
Pero eso no es todo, con Héctor han llegado de nuevo las preguntas, las recomendaciones y las críticas a nuestro modo de hacer las cosas. Es curioso, además, cómo todo el mundo pregunta y responde lo mismo y por partida doble, porque ya lo hicieron con Paula.
¿Es bueno? Si. Me dan ganas de añadir ¿Qué niño no es bueno, y más si hablamos de recién nacidos? Sus siguientes preguntas me contestan ¿Te deja dormir? ¿No llora? Si, me deja dormir y no, no llora, en cuanto lo hace le cojo y se calma. Eso no es bueno. ¿Y quien lo dice? Para mi hijo es genial, deja de llorar y de sufrir. ¿Y cuando va a dejar Paula de tomar el pecho? O lo que es peor, se lo dicen a ella añadiendo comentarios como que ya es mayor, que hay que dejar a su hermanito, etc.
Esta vez no pienso hacer referencia a ningún artículo, estudio, etc. que justifique mi modo de actuar y de hacer las cosas con mis hijos. Que los hay a montones, es cierto, pero estoy convencida que aquel al que le interese ya investigará por su cuenta del mismo modo que lo hice yo. Voy a contar mis razones, sin "evidencias científicas" como dicen en mi casa para tomarme el pelo, de las críticas más comunes: tener todo el día en brazos a mis hijos, no dejarles llorar, colecho y lactancia (sobretodo la prolongada con Paula y ahora el tandem).
* No le dejo llorar porque le veo sufrir. ¿Cómo voy a consentir que sufran los seres que más quiero? ¿Cómo cuando calmarlos y hacerles felices me resulta tan sencillo? ¿Cómo cuando piden tan poco: comer, dormir y MAMÁ?
* Le tengo en brazos porque no hay cosa que más me guste. Sentir su calor, su cuerpecito, comérmele a besos, enamorarme cada vez más de su preciosa carita y quedarme las horas muertas mirándole. Disfrutar de sus gestos, de sus ruiditos. Sentir como sus manitas agarran mis dedos... Porque una sonrisa suya me quita todos los males y no quiero perderme ninguna.
* Duermo con ellos por lo mismo que lo anterior. Porque además sé que están bien, que si me necesitan estoy a su lado. Si tienen fiebre lo noto en sus manitas cuando me agarran. Si les despierta una pesadilla inmediatamente me notan a su lado acariciándoles y sabiendo que estoy ahí. Me encanta dormirme con el "mamá te quiero" de Paula, mientras me da un beso y me abraza o me pide que le de la mano, y despertarme viendo sus caritas relajadas.
* El pecho o "la tetita" que dice Paula. Porque es lo mejor, porque no me cuesta nada, porque es alimento, cercanía. ¡Porque quiero y son mis tetas!
1 comentario:
Felicidades por el crecimiento en la familia. A mi me encantó ver a tu gordito y cogerle fue una ternura. Se siente mucha nostalgia, Charo. Disfruta mucho y que los demas digan lo que digan. ¿qué sabran ellos?
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