sábado, 17 de octubre de 2009

COMEDIAS ROMÁNTICAS: ¿COMO LA VIDA MISMA?

¿Quien no ha visto alguna vez una comedia romántica? Para mi son como los cómics de Asterix, los disfrutas a todas las edades y en cada una de ellas le sacas un juguillo diferente.

Cuando eres novi@. Te encantan. Te ríes y te sientes identificado con los protagonistas. Es la etapa del amor, todo es perfecto, no hay fallos en el otro y tú estás en las nubes. Te arreglas, pero no haría falta, llevas un brillo especial en la cara. Además, has adelgazado... ¿por qué será que todos los novi@s adelgazan?
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En la convivencia. Ya la cosa no te hace tanta gracia. No es lo mismo compartir unas horas que el día tras día. Ya ves los defectos en tu casa y piensas al ver la peli .. ¡coño, eso no me pasa a mi! Pero claro, te consuelas, es que aquí solo hablan de la primera fase, en la búsqueda del príncipe azul a la princesa. Pouuqe seamos sinceras, siempre hemos querido que nos encuentren, que aparezcan en un caballo blanco y nos lleven trotando a vivir "felices para siempre". La literatura infantil, que hace mucho daño.

Ya casados, con hijos. Ves la película, a los protagonistas y te preguntas ¿alguna vez tuvimos algo que ver con estos? Le miras a él. La época de adelgazar terminó. Ahora sale la incipiente barriga, sino ha dejado de ser ya tan incipiente y empieza a tomar forma de globo aerostático. La adorable cabellera comienza a desaparecer (esto es más evidente si en la adolescencia y juventud pasó por su momento hippie o heavy y lució una considerable melena). Y repantingado, en calzoncillos y calcetines en el sofá, reconozcámoslo, no es como tener a Gerard Butler trajeadito en tu salón y pidiéndote en matrimonio (aunque pensándolo bien, con el vestuario de 300 tampoco quedaría nada mal en mi salón).

¿Y nosotras? Por lo menos hablo por mí. La miras, te miras y dices... ¿cuando volveré yo a tener el tipo para ponerme eso? Yo tengo que contaros, aquí en petit comité, que guardo alguna de las viejas glorias con la esperanza de volver a entrar en ellas. Cosa que pruebo, infructuosamente, de vez en cuando. ¿Y esa cara perfecta sin ojeras y esos pelos perfectamente peinados nada más levantarse? Bueno, yo creo que los pelos perfectos no los tuve nunca. Ahora vas comparando michelines, celulitis, varices, pechos... y oye, que mal nos tratamos que siempre salimos perdiendo. De hecho yo, en el momento en el que veía la peli estaba, con la bata de andar por casa, esa que te ha regalado tu madre con tanta ilusión, calentita de narices, pero a la que no enseñas ni al cartero cuando llega a horas intempestivas a entregarte un certificado. Los pelos a lo bruja avería (me había hecho una coleta en lo alto de la cocorota hacía unas cuantas horas y me acababa de quitar la goma). Y el tiempo, si el tiempo, ese que está cambiando y que hace que parezca al andar, hasta que caliento el pie con la operación, el pirata cojo del que habla Sabina. A todo esto, repantingada en el sofá al lado de mi costillo. "Tal para cual" que dirían algunos.

Pero chicas os recuerdo unas cuantas cosas:
1.- Que como dice mi madre, viven de eso y no tienen otra cosa que hacer.
2.- Que llevan kilo y medio de maquillaje.
3.- Que sacan sus mejores planos.
4.- Que han pasado por nos cuantos filtros, estilistas, maquilladores y el mejor Photoshop... Y algún cirujano que otro.

Y pese a que las comparaciones son odiosas y para colmo dan que pensar más de lo necesario.. sigo disfrutando con el género. Vamos que tengo que ir a ver "la cruda realidad" aunque solo sea para torturarme al ver a Katherine Heigl y disfrutar y soñar un poco con el protagonista. Porque yo sigo pensando ¿quien no quiere a Gerard Butler a su lado?


Bueno, creo que me evito las presentaciones ¿no?

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