El otro día me dieron esto. Como me ha encantado, lo comparto con vosotros:
El hogar más verdadero
Nuestro Cuerpo,
suele estar deshabitado.
Vamos vagando por los
mundos de la ilusión,
buscando siempre fuera
olvidados de que aquí dentro,
en lo profundo,
está la Totalidad.
Volver a casa,
dejar de ser hijo pródigo,
niño perdido en el bosque,
volver al cuerpo
siguiendo el río de la respiración
regresar al hogar y ser de nuevo
Rey de lo Real.
Anónimo
¡Gracias Marisol!